Opinión

Hoy quiero confesar que estoy hasta los "güebos"

OPINIÓN || Juan Tomás Castro

juan-tomas-azul Juan Tomás Castro[/caption]

Cómo se dice en mi pueblo, hoy debo haberme levantao con los “cuernos” retorcíos, y eso, que sin duda es fruto maduro de una concatenación de casos y cosas que van generando sensaciones y reacciones derivadas de infinitas situaciones a veces insufribles, es lo que me ha traído hasta este departamento de quejas, para dejar constancia de todo lo que me “jode”, en ese muro de las lamentaciones o libro de reclamaciones en que voy a convertir el soporte de esta “Elegía”.

Y es que determinadas edades dan mucho juego, y a mi juicio, una de las peores cosas que al “fabricante del ser humano” se le ocurrió incorporarle de serie, es ese chip de la memoria histórica que no siempre es utilizado para los exclusivos fines con los que se supone fue instalado, y que por muy capaz que sea de dibujar una sonrisa en tu cara en determinados momentos por la aparición de ese recuerdo entrañable, casi siempre se utiliza más como pirómano que como bombero, incendiando el presente con rescoldos del pasado que a veces tiznan el futuro con una nube de humo cuasi irrespirable, y claro, consiguiendo desdibujar sonrisas que son sustituidas por rictus mudos que vociferan en silencio.

¿Qué Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza?

¿Pero en todo?

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Quiero pensar y pienso, que debe tratarse de la más absurda y disparatada ocurrencia de saldo de algún quincallero, que puestos a decir, dijo sin ponerse a pensar.

Dios no puede ser así de impresentable, me niego a creerlo, ya que de lo contrario los Católicos estaríamos rezando, adorando y venerando al responsable directo de todas nuestras miserias.

Llegados a este punto, toca contemplar de nuevo opciones ya muy trasnochadas, y es que, o bien Dios es la mano negra que mueve todos los hilos del “Infierno para muchos y Gloria para pocos”, y en ese caso, --¡¡¡ya le vale a Dios!!!--, o bien tendremos que empezar a hablar de ese teoría tan absoluta o relativa como cualquier otra, de que el ser humano procede y es consecuencia de la evolución de los homínidos, sin haber pasado en ningún momento por los troqueles candentes de los Talleres Celestiales, con lo que por tanto tocaría poner en valor aquello de “Homo Homini Lupus”, ya que si de la selva procedemos, todo cobra sentido.

Harto ya de estar harto ya me cansé, de ser testigo presencial y víctima de odios, rencores y rencillas procedentes de personas descalificables; esas quienes sin duda desconectaron a voluntad su chip de los sentimientos y lo sustituyeron por el del egoísmo; ese que es mucho más atractivo y que les catapulta a esa infinita gloria de lo material, dejando atrás el sufrimiento de vivir en ese infierno que les supone sin duda, querer o incluso poder llegar a amar a alguien, que no sea a ellas mismas.

Harto ya de estar harto ya me cansé, del mal uso y abuso que se hace de las palabras “AMISTAD y/o FRATERNIDAD” por parte de esos tan malvados como tiranos traidores; esos que pregonaron haber sido y presumieron siempre de seguir siendo tus incondicionales durante medio siglo, y a los que un día, una de esas sorprendentes encrucijadas de la vida, les obligó a posicionarse y lo hicieron con el culo; esos que dieron razón de su existencia a la famosa frase de: “con amigos como tú, ya no necesito enemigos”; y esos que además y por sus formas elevan un simple saludo a la categoría de obelisco, al tiempo que deportan el valor que dieron a las palabras “AMISTAD y/o FRATERNIDAD”, al más profundo y putrefacto subsuelo de las más tenebrosas catacumbas.

Harto ya de estar harto ya me cansé, de ver cómo mi capital está perfectamente colocado en Suiza, generando importantes rendimientos, mientras sigo esperando el ingreso en mi cuenta de sus intereses; intereses que son ingresados en la cuenta de sus ladrones, y capital que será utilizado para pagar la fianza que les permitirá seguir siendo considerados como en esos honorables, respetables y abnegados ciudadanos ejemplares, que seguirán teniendo que hacer el enorme sacrificio de viajar en Business y yo en Bus, –pequeña gran diferencia—y durmiendo en Suites y no en Celdas, mientras que yo, a estas alturas de mi vida y dueño de ese dinero, aún no tengo claro si terminaré mis días bajo cualquier puente, ya sea el Monjardín de Cabra, el Adaja de Ávila o algún otro no precisamente de plata.

Harto ya de estar harto y ya me cansé…, de vivir e incluso a veces tener que convivir entre mamíferos de lagareta; esos sepulcros blanqueados con quienes la vida te obliga a coquetear y a dejarte hacer de ellos, puro sado y e incluso duro sexo anal, y con arrogantes, asquerosos y prepotentes chulos de mierda de singular verborrea; verborrea que sin duda alguna se trata de esa inspiración que asistió a D. Pío Baroja a la hora de pronunciar aquella lapidaria frase que decía: “Las galas retóricas me parecen adornos de cementerio, cosas rancias que huelen a muerto”.

Es por todo lo cual por lo que, entre otras muchas cosas, “ESTOY HASTA LOS GÜEBOS”, lo que firmo, rubrico y certifico.

Afectos.