El periodista Manuel Pérez Alcázar puso el pórtico a las fiestas mayores con un brillante pregón
CABRA, 04/09/2017
La Virgen de la Sierra en la Casilla la Salve (FOTO: cedida)[/caption]Un año más la Virgen de la Sierra, Patrona de Cabra, ya se encuentra entre los suyos. Como manda la tradición los egabrenses cumplieron con el rito de bajarla desde su santuario, puerta natural del Geoparque de las Sierras Subbética, para que durante algo más de un mes conviva con ellos en la Parroquia de la Asunción y Ángeles.
Una jornada que comenzó temprano con el repique de todos los campanarios del casco urbano, que de manera simultánea hicieron vibrar sus espadañas anunciando la llegada de la Divina Serrana. Un prólogo al que se unieron la bandera y el tambor, una tradición popular incrustada en el tuétano de la población local y que, según la leyenda, data de la reconquista cuando Fernando III El Santo donara a la Virgen estos atributos arrebatados a los musulmanes durante la batalla en señal de agradecimiento por la defensa dispensada a sus huestes.
Todo en las calles hacía presagiar algo grande. El bullicio, el ir y venir apresurado de los vecinos ultimando los preparativos para los días grandes que están por venir, y oleadas de personas camino del Vado del Moro donde la Hermandad de San Rodrigo Mártir-Costaleros de la Virgen de la Sierra coordinó de nuevo el servicio de lanzadera de autobuses para los peregrinos. Por miles fueron llegando hasta la altura donde esperaron pacientemente, entre reencuentros y buen ambiente, el momento de iniciar la marcha.
Las cuatro de la tarde es la hora marcada en el reloj sentimental de todos los devotos de esta milagrosa imagen, que concita fervor en toda la comarca, momento en el que salió por la puerta de piedra de la ermita entre aplausos y vítores emocionados de los centenares de romeros que se agolpaban para contemplar este entrañable momento, uno de los más señalados del año para los egabrenses. Las campanas tañeron sin pausa otorgando más solemnidad a los primeros compases de 'la Bajá'. Un peculiar itinerario que recorre parajes de monte y olivar a través del conocido como camino viejo de la Sierra, con paradas en el cortijo de La Viñuela, Los Colchones o la Casilla de la Salve, enclave que recoge el nombre de la tradicional oración que se canta cada cuatro de septiembre y que interpreta el tenor Antonio Roldán Molina.
Pese a ser bastante menos calurosa que el pasado año, cuando se registró alerta naranja por ola de calor con temperaturas superiores a los 40 grados, el sol hizo de las suyas tostando la piel de los romeros que se dieron con las existencias de agua preparadas por el servicio de apoyo a costaleros. Tras la última parada, en las ruinas del antiguo cortijo de Góngora, se apresuró el paso mientras se afrontaban las últimas rampas con la visión, cada vez más cercana, del pueblo.
En torno a las siete de la tarde la Virgen de la Sierra llegó a la Vía Verde, donde sus costaleros la giraron hacia el hospital Infanta Margarita donde, en una de sus alas, los enfermos agitaban sábanas y pañuelos por las ventanas saludando a la patrona y pidiéndole la salud que en estos momentos les falta.
La muchedumbre no quiso dejarla sola hasta que, minutos más tarde, entró en la parroquia de San Francisco y San Rodrigo donde se le cambió de manto y de flores para preparar la triunfal entrada en la ciudad, ya caída la noche, por los arcos de la antigua calle Baena.
Una jornada intensa y cargada de sentimiento que culmina con la llegada de la Virgen a la Asunción, donde permanecerá hasta el próximo domingo 8 de octubre cuando, sobre sus pasos, los egabrenses la devolverán a su Casita Blanca después de visitarla casi a diario ofreciéndole sus plegarias, compartiendo el día a día con la que pasa por ser faro y guía de esta localidad que la tiene por patrona.
Manuel Pérez Alcázar durante su disertación (FOTO: cedida)[/caption]
Pérez Alcázar evocó el ayer de Cabra
La Feria y Fiestas en honor a María Santísima de la Sierra arrancaron con un magistral pregón del periodista egabrense Manuel Pérez Alcázar, responsable de información política de Canal Sur Radio. Una pieza cuidada, medida, de gran riqueza literaria que también supo interpretar con gran solvencia con la palabra. Para el recuerdo quedarán pasajes como la evocación del pasado de Cabra, a la que se dirigió como si de un coloquio se tratase con el cariñoso apelativo de 'muchacha', dibujando la cotidianidad de una ciudad ya diluida en la historia y en la que no faltaron alusiones a personajes e hijos ilustres.
Un pregón de los que se recordarán, muy del gusto del público, que sirvió de arranque a unas fiestas vigentes hasta el próximo 8 de septiembre y que están presididas por la corte de honor que encabeza la reina, Marta León y, por vez primera, también un rey, Daniel Montes, con el que el Ayuntamiento ha pretendido incorporar la figura del hombre en una tradición reservada históricamente a la mujer.
