El Pantano de Iznájar celebra este mes de junio su 50 aniversario

Desde su inauguración, en 1969, ha conseguido transformar completamente la fisonomía y la vida de este municipio de la Subbética

IZNÁJAR, 11/06/2019

El pantano de Iznájar cumple este mes de junio sus bodas de oro. Medio siglo de vida, convertido en la mayor lámina de agua de Andalucía puesto que ocupa territorio de tres provincias diferentes, como son las de Córdoba, Málaga y Granada, bebiendo del cauce del río Genil y con una capacidad de 981 millones de metros cúbicos. Un auténtico alarde de la ingeniería civil que además produce cerca de 100 millones de kilovatios/hora anuales en su Central Hidroeléctrica.

Las mejores tierras cultivables del municipio quedaron bajo las aguas, así como también casas, huertos, yacimientos arqueológicos o puentes. Y con ello la mitad de la población que tuvo que emigrar a distintos puntos de la geografía española. Un acontecimiento traumático para muchos que, décadas después ha terminado en convertirse en un importante motor de desarrollo turístico para el municipio, contando con una playa de interior, un hotel, restaurantes, un camping, un albergue, una piscina municipal, pistas polideportivas, la Estación Náutica o, desde 2015, el Centro de Interpretación del Embalse de Iznájar y Escuela de la Naturaleza. Se trata de un recurso didáctico que acerca al visitante, a través de su observatorio de aves, paneles y elementos interactivos, a la flora y fauna del río Genil, a su adaptación al ser convertido en un gran lago, a lo que supuso esta gran obra civil y la humanización de su cuenca.

A este centro acuden escolares y turistas llegados desde toda Andalucía y del resto de España, así como un importante porcentaje de turistas extranjeros. La función del centro es la de promover el conocimiento en un ambiente adecuado para el aprendizaje, la información y el entretenimiento.

En 2017 se realizaron mejoras en el centro, adaptando parte del edificio para incluir una maqueta de los terrenos que quedaron inundados, desde Iznájar hasta la presa, gracias al trabajo de Marcel Barti Casadevall y su esposa Anna Cordón Escobar, que donaron esta maqueta para su exposición en el Centro de Interpretación.

En 2018 se instaló un embarcadero en la zona de playa, para facilitar que las personas puedan acceder a sus embarcaciones, financiado por la Diputación de Córdoba. Además, se instalaron varios paneles informativos en Valdearenas que sirven para que los usuarios conozcan los diferentes servicios e instalaciones que existen en el paraje, así como los espacios reservados para los diferentes usos de los bañistas, vehículos o propietarios de embarcaciones.

Estas acciones, entre otras, se han llevado a cabo dentro de los objetivos generales del Plan Estratégico de Turismo Sostenible Iznájar 2025, para contribuir a la preservación y mejora de los recursos patrimoniales, naturales, culturales y paisajísticos de Iznájar.

Pantano de Iznájar (FOTO: cedida)