La Virgen de la Sierra protagoniza la primera procesión de la pandemia en Cabra para regresar a su Santuario

CABRA, 10/10/2021

Llegada de María Santísima de la Sierra a la Barriada, en la primera procesión de la pandemia en Cabra con motivo de su subida (FOTO: Antonio J. Roldán)

El pueblo de Cabra se echó a la calle en el amanecer de este domingo para despedir a su Patrona, María Santísima de la Sierra, que como marca la tradición regresó a su Santuario tras un mes de septiembre marcado por su estancia anual en la localidad. En esta ocasión, una subida muy especial puesto que se trató de la primera procesión en este municipio en el contexto de pandemia provocado por la COVID-19, toda vez que hace casi un mes la Diócesis de Córdoba, junto a otras como la de Sevilla o Huelva, levantaran la restricción sobre el culto público.

A las ocho de la mañana las andas con la Virgen de la Sierra salían por la puerta de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles, entre repicar de campanas y rodeada por miles de fieles y devotos que, de manera casi unánime -salvo muy contadas excepciones-, respetaron el llamamiento de la Real Archicofradía y el Ayuntamiento de Cabra para guardar las medidas de prevención de contagios por coronavirus, como son el uso de la mascarilla y el mantenimiento, en la medida de lo posible, de la distancia social.

La comitiva discurrió con parsimonia, de manera solemne, por las calles del centro a los sones de la Banda de Música de Cabra. Los costaleros de la Hermandad de San Rodrigo Mártir-Costaleros Virgen de la Sierra, encargados de portar sobre sus hombros a la venerada imagen, se sometieron a pruebas de antígenos para la detección de infección activa por COVID tan sólo unas horas antes de que se iniciara la procesión, sin que por fortuna se registrara ningún positivo.

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A la llegada a la Plaza de Abastos, antiguo límite del núcleo urbano, la Virgen de la Sierra se giró a los sones del himno nacional entre el aplauso de la multitud que la acompañaba. Tras ello, se retomó el paso -a buen ritmo- por la avenida de Andalucía, con una parada muy especial en el Asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados donde los residentes salieron a la puerta para disfrutar de cerca de la Patrona, que una vez más entró en el recinto para visitarlos.

A la llegada a la Barriada Virgen de la Sierra, la bandera y el tambor pusieron colorido y sonido tradicionales a la despedida de la Virgen de la localidad, a cargo de Francisco Javier Romero 'Frasky', padre e hijo. El tremolar de la multicolor y el redoble del tambor marcaron la vuelta al eterno rito de agacharse bajo su revuelo y vitorear a la Patrona, coartado también hasta la fecha por mor del virus.

Las andas fueron recibidas, con el sonido ensordecedor de las campanas, por el párroco, Mario González, y la feligresía de la Parroquia de San Francisco y San Rodrigo quienes, a través de las voces de tres pequeños, lanzaron las últimas peticiones a la Virgen que fue subida a lo más alto de la escalinata principal del templo. Tras el canto de la Salve Popular, a cargo de Antonio Roldán y Antonio J. Roldán, también padre e hijo, los costaleros comandados por Vicente Arroyo introdujeron entre aplausos y lágrimas la parihuela en el vehículo adaptado que la Real Archicofradía utiliza para los traslados por carretera, como manda la situación y ante la imposibilidad de garantizar la seguridad de los participantes en la tradicional subida por el camino viejo de la Sierra.

Añoranza y nostalgia de un septiembre que se fue, pero también ilusión y alegría por regresar, poco a poco y de manera acorde a las circunstancias, a la tan deseada normalidad.