El Comedor Social de Cáritas Santo Domingo, en Cabra, ofreció 16.700 menús a lo largo de 2022

Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en Cabra (FOTO: cedida)
photo_camera Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en Cabra (FOTO: cedida)

Aunque la media se sitúa en algo más de 67 menús diarios, en estas fechas "se llegan a repartir 90 comidas al día"

CABRA, 04/01/2023

Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en Cabra (FOTO: cedida)

La Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, de Cabra, ha publicado el informe anual de la actividad que desarrolla el Comedor Social de Cáritas, siendo este el único servicio de reparto diario de alimentación a personas necesitadas existente en la localidad. Unos datos que reflejan el impacto negativo que está provocando la actual situación económica en la sociedad, marcada por la crisis generada tras la pandemia de COVID y por la influencia negativa que suponen factores como el alza inflacionista o la invasión de Ucrania.

Así, este organismo de la Iglesia Católica atendió durante el pasado año 2022 a un total de 278 personas en su Comedor Social, una ayuda diaria y totalmente gratuita que ha servido para aliviar las carencias alimenticias de 123 familias, tanto egabrenses como de la comarca. El párroco de Santo Domingo de Guzmán y responsable de este servicio, Francisco José Delgado, ha atendido a TV Centro Andalucía para comentar estos datos, señalando que "Cáritas es una puerta abierta en la que se atiende a toda persona que lo necesita", dándose la circunstancia de que "son muchas personas las que acuden de manera habitual, no sólo de aquí sino también de pueblos cercanos, inmigrantes o transeúntes que precisan de una atención más puntual".

En total, el voluntariado de Cáritas Santo Domingo elaboró y sirvió un total de 16.698 menús a lo largo de los 246 días de actividad del comedor durante el pasado ejercicio, lo que hace una media de algo más de 67 comidas diarias "que en algunas épocas, como ahora en Navidad, se incrementa hasta casi los 90 diarios puesto que los comedores escolares paran por las vacaciones y las familias también requieren alimentación para los más pequeños de la casa", ha aclarado el párroco.

"El perfil de persona que acude al Comedor ha cambiado, y la situación económica está provocando que incluso vecinos y conocidos, con los que compartimos calle y a los que saludamos a diario, se tengan que ver obligados a pedir ayuda", ha explicado Delgado, quien ha añadido que "en algunos casos se trata de personas que trabajan o son autónomos, pero que encuentran muchas dificultades económicas para afrontar el día a día".

Una actividad que no podría llevarse a cabo sin la participación y el voluntariado. En este sentido, Cáritas de la Parroquia de Santo Domingo cuenta con alrededor de 140 voluntarios "que se organizan en equipos para dar respuesta a todas las áreas de acción, desde cocina hasta reparto, pasando por Atención Directa". Así, este factor humano se nutre, principalmente, de la propia feligresía de Santo Domingo "aunque también contamos con voluntarios de otras parroquias, de hermandades y cofradías, o simplemente con personas que se sienten llamadas a ofrecer su tiempo para mejorar la vida de quienes más lo necesitan", ha indicado el sacerdote.

Y es que, además de la actividad del Comedor, la acción social que Cáritas lleva a cabo en todas las parroquias diocesanas también se hace notar en Santo Domingo con los 400 lotes de alimentos "que hemos repartido cada dos semanas como complemento y apoyo a la alimentación de las familias", o las 1.013 intervenciones y peticiones resueltas a través del servicio de Atención Directa, desde facturas de la luz hasta alquileres, pasando por recibos o bombonas. "Estudiamos cada caso, para asegurarnos que en efecto quien nos pide ayuda la necesita, y se responde de forma personalizada y directa para solucionar problemas cotidianos que a muchas personas les resultan casi insalvables", ha explicado Francisco José Delgado.

Un trabajo desinteresado y totalmente altruista que desarrollan tanto esta como todas las parroquias egabrenses y de la Iglesia Católica, en general, que se sustenta económicamente sobre la buena voluntad tanto de los feligreses como de la ciudadanía que participa en las campañas y llamamientos que se realizan desde Cáritas. "Sería imposible hacer lo que hacemos si las personas que trabajan lo hicieran cobrando, por lo que gracias al voluntariado y a las donaciones, tanto económicas como en especie, podemos seguir adelante", ha manifestado el párroco que, sin embargo, ha confesado que "cada vez es más difícil" ya que "no recibimos ninguna aportación pública -salvo un donativo anual del Ayuntamiento de Cabra- y cada día la demanda que recibimos es mayor".

En suma, el gasto total del Comedor Social de Cáritas de Santo Domingo fue de 80.437,68 euros durante el pasado año, mientras que los ingresos (procedentes de cuotas de fieles y socios, de donativos particulares, colectas y donaciones en especie) ascendieron a 74.029,50 euros. Una cantidad, a todas luces, insuficiente para hacer frente a una labor callada y altruista que desarrolla la Iglesia en nuestros pueblos y ciudades y que, pese a responder a sus fines morales de ayuda al prójimo, también supone un importante apoyo para un sector de la sociedad castigado por el contexto que vivimos.