Votos y Promesas que presagian un nuevo septiembre en Cabra

El Santuario de la Virgen de la Sierra acogió esta centenaria romería que es arranque oficioso de las fiestas mayores en su honor

CABRA, 16/08/2019

La Virgen de la Sierra en su procesión del 15 de agosto en el Santuario, con motivo de la CVI Romería de Votos y Promesas (FOTO: Manuel González Durán)

En

esta jornada calurosa y festiva de 15 de agosto, la Real Archicofradía de María

Santísima de la Sierra celebró la CVI Romería de Votos y Promesas. Una cita de

las grandes en el calendario egabrense, que desde siempre también se ha hecho

extensiva a la comarca. No en vano, se trata de una de las más extendidas y

antiguas devociones de la Diócesis de Córdoba, con especial influjo en los

municipios cercanos al Parque Natural de las Sierras Subbética, del que el

picacho de la Virgen es puerta natural.

Así quedó

patente con los centenares de fieles que, siguiendo la tradición heredada de

sus ancestros, tomaron rumbo hasta este punto de la serranía desde localidades

como Priego, Luque o Zuheros, por los caminos y veredas que siempre les

conectaron con este foco de fe y peregrinación.

El

frescor de la madrugada se tornó en caluroso mediodía, y el panorama del

Santuario y sus alrededores se vio copado de devotos, también procedentes de

diferentes lugares de nuestro país que aprovecharon este puente festivo para

regresar a sus raíces y vivir estos intensos momentos, arraigados en lo más

hondo del sentir egabrense.

Tras

las dos eucaristías, del peregrino y de la solemnidad de la Asunción de la

Virgen María, la patrona de Cabra salió a hombros de costaleros y fieles para

rodear su ‘casita blanca’, entre cánticos, lágrimas y el repique estruendoso de

las campanas de su espadaña.

Lucía

la Virgen de la Sierra un terno fechado en 1902, donado por la Vizcondesa de

Termens, en terciopelo verde y bordados en oro. Una estampa añeja, que rememora

la reseña encontrada en las crónicas de la época que apuntan a que en 1919,

hace justo un siglo, también fue ataviada de este modo.

El

canto de la Salve, interpretada por el tenor egabrense Antonio Roldán Molina,

puso el colofón a esta Romería que acelera el pulso del día a día, de cara a

las próximas fiestas en honor a la patrona y que tendrán lugar del 3 al 8 de

septiembre. Sin duda, el día ‘cuatro a las cuatro’ volverán a desbordarse los

sentimientos con la partida de la Señora hasta su pueblo. Por tanto, la víspera

ya se palpa en el pueblo de Cabra.