PRIEGO, 11/02/2020
El Cajasur Priego consiguió este
pasado lunes un sufrido punto en la visita al Borges, que demostró su condición
de grande de la Superdivisión. El encuentro se presentaba como la gran ocasión
de la escuadra de la Subbética para ampliar rentas sobre sus perseguidores,
pero se encontró con un adversario aguerrido y sabedor de que sus opciones de
Liga pasaban por no permitir un triunfo del campeón.
El primer punto de la tarde dejó a
las claras cómo iba a ser el partido: largo, extenuante y con la sensación de
que el Borges estaba por la labor de agarrarse a la Liga. Lashin y Kosiba
llegaron a la quinta y definitiva manga, que se llevó el egipcio pagando el
alto precio de una lesión en el gemelo.
Para apaciguar entró Carvalho, a
quien esperaba el siempre combativo Masip. Pero el luso, experimentado, impuso
su ley del juego de derechas para firmar la igualada en el marcador a la espera
del siempre esperado duelo entre Durán y Machado.
Y ahí se vio al jugador catalán
especialmente inspirado. Tras el 1-1, el prieguense se vio superado por su
rival, que rozó la perfección y no le dio opciones. Para el Cajasur suponía
verse contra las cuerdas, aunque su ventaja era saber cómo tenía que
reaccionar.
A la escuadra de la Subbética le
ayudó la lesión de Lashin en el partido ante Carvalho. El egipcio salió con un
aparatoso vendaje y sólo aguantó cinco puntos. Con el 2-2, el duelo entre
Kosiba y Durán decantaría el resto de la contienda.
El magiar sacó a relucir su juego y
neutralizó a Durán, que no estuvo al mismo nivel que en su partido ante
Machado. El Cajasur se aseguraba un punto, que visto el desarrollo de la contienda
ya se podía dar por bueno.
Quedaba el partido de Machado con
Masip, pero al número 1 no le salieron las cosas a su gusto. El catalán le
llevó al límite, le incomodó y terminó por anotarse un partido que le daba un
punto a su equipo ante el Cajasur, que sigue dependiendo de sí mismo para ser
campeón, pero que dejó escapar una ocasión idónea de acercarse más a su sexto
título.