OPINIÓN || Paco Secilla
Inmersos en una crisis sanitaria sin precedentes, con un virus que causa muertes a diario, con una sociedad confinada en sus hogares, con una suspensión de toda la actividad educativa y formativa en todos sus niveles, empresarios que se quedan sin actividad, trabajadores sin labor, con restricciones internacionales de comercio y tránsito, transportistas y comerciantes que arriesgan su salud para mantener a un país en sus constantes vitales, profesionales sanitarios saturados y demás desbarajustes ocasionales, surgen los que hoy titulo como “salvapatrias”.
Ni lo intento ni lo pretendo, por no conseguir…, pero nuestra Real Academia de la Lengua Española bien debería definir a todos estos personajes, que en estos días brotan de las redes sociales, de los puestos más sencillos de la política, de la mayor ignorancia, de la crítica en su estado puro, porque estando en una situación inverosímil, sin precedentes ni patrón, todo lo que se hace lo catalogan como “érroneo”.
¿Alguien tiene la varita?, ¿El método?, ¿La solución a todo?... Los “salvapatrías”, que ahora surgen continuamente y que precisamente en este justo momento no tienen responsabilidad alguna sobre la situación actual, seguro que sí. Lo que más me llama la atención es que surgen sin conocimiento de causa, como cualquiera, no hay antecedentes, pero sí con muchas críticas, siempre con el “yo lo hubiera gestionado o hecho mejor”, posición fácil para quien no le cae la mierda.
Yo tengo muy claro quiénes son los SALVAPATRIAS, sí, con mayúsculas ahora, los que trabajan para dar solución al problema asumiendo la responsabilidad
Yo creo que
es mejor reflexionar…, ahora los papás y mamás ocupan el cargo del magisterio
en sus hogares conciliando el trabajo en muchos casos, los autónomos y empresarios
caen de forman inminente, los trabajadores van a la deriva de la patronal
inmersos en esta situación, los enfermos, lo más importante, sufren una
enfermedad que en el mejor de los casos te hace sentir como si te hubiera atropellado
un camión, otros, más del tres por ciento, fallecen.
Yo tengo muy claro quiénes son los SALVAPATRIAS, sí, con mayúsculas ahora, los que trabajan para dar solución al problema asumiendo la responsabilidad, los transportistas que hacen llegar todo lo que la población necesita, los comerciantes y empleados que prestan los servicios básicos para la sociedad, los agricultores que llenan nuestras despensas, los sanitarios que salvan tantas vidas arriesgando la suya a puerta gayola, los que asisten sin descanso a los dependientes, los que se quedan en casa… Me dejo seguro muchos, perdonad de antemano.
Con esto debe quedar claro, la moraleja es EVIDENTE…, en lo que no podemos caer nunca es en no creer en la Sanidad Pública, en el “recortar en sanidad”, ni ser recelosos a la hora de invertir en la investigación. La SALVAPATRIAS, sin más, es la CIENCIA E INVESTIGACIÓN, en cuanto tengamos la vacuna, eliminaremos a los falsos “salvapatrias”.
