Esta evaluación
garantiza que el proceso de manipulación y elaboración de alimentos para
usuarios del centro hospitalario se realiza con las máximas garantías de
seguridad e higiene
CABRA, 20/08/2020
El Hospital Infanta Margarita de Cabra ha superado el proceso de evaluación de la auditoría de la norma UNE-EN ISO 22000-2018 que certifica que el proceso de manipulación y elaboración de los alimentos que se sirven a los usuarios del centro hospitalario se realizan con las máximas garantías y requisitos de higiene y seguridad. Ya el pasado año el Servicio de Cocina del centro hospitalario -de referencia para el Área de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba- obtuvo la renovación del certificado de Gestión de Seguridad alimentaria según la misma norma.
Así, durante los últimos meses se realizó una nueva inspección en la que
personal cualificado supervisó todos y cada uno de los procesos que se siguen
en la cocina, desde la recepción de los productos hasta que los platos llegan
ya elaborados a las plantas de hospitalización. La empresa certificadora ha recogido en el
informe de auditoría que, una vez efectuado el seguimiento del sistema de
gestión de la seguridad alimentaria del Servicio de Cocina según la norma UNE-EN
ISO 22000:2018 y tras finalizar el proceso de evaluación de la misma, el
resultado ha sido conforme.
La norma ISO 22000 es la norma internacional de sistemas de gestión de
seguridad alimentaria que especifica los requisitos que se deben cumplir en la
totalidad de la cadena de suministros de alimentos, para asegurar que lleguen
en perfecto estado al consumidor. La
seguridad alimentaria resulta así garantizada con esta certificación de calidad
ISO-22000 y el nuevo proceso de evaluación.
En la cocina del Hospital Infanta Margarita trabajan 44 profesionales,
entre ellos un responsable de los Servicios de Hostelería, 3 técnicos superiores
de Alojamiento, 3 gobernantas, 6 cocineros y 28 pinches, y 3 técnicos especialistas
en Dietética y Nutrición, todos ellos dedicados a velar por la calidad de la
alimentación que reciben los pacientes en función de las causas por las que se
encuentran hospitalizados, poniendo a su disposición un menú acorde a su estado
físico y a sus necesidades nutricionales.
Medidas especiales en contexto COVID
La situación de emergencia sanitaria global provocada por la pandemia de
coronavirus (SARS-CoV-2) también ha conllevado una adaptación de los procesos
que habitualmente se llevan a cabo en la Cocina del Infanta Margarita. De esta
forma, se han adoptado las medidas necesarias para garantizar el servicio a
todos los pacientes hospitalizados, indistintamente de su patología, en
condiciones de seguridad tanto para ellos como para los profesionales que
forman parte de este servicio.
Entre ellas destaca manual de acogida específico para pinches y personal
de nuevo ingreso con formación sobre los procedimientos en base a la ISO
22000-2018 y adaptaciones al contexto COVID; el incremento del la temperatura
en los trenes de lavado hasta los 80-85 grados para garantizar la asepsia y
eliminación de virus; la limpieza diferenciada del menaje según su procedencia,
siendo primero tratado el de hospitalización normal y por último el de
pacientes de coronavirus, al que además se aplica una solución desinfectante de
hipoclorito de sodio y agua -en proporción 1/10-; o la dotación de equipos de
protección especiales para el personal que manipula estos elementos, compuestos
por mascarilla, máscaras, bata y doble guante.
Por otro lado, el aspecto humano de este equipo ha quedado patente en la
puesta en marcha de iniciativas dirigidas a hacer más llevadera la estancia en
el centro hospitalario de aquellas personas que resultaron afectadas por el
virus, como los ‘besos de chocolate’ que se hicieron llegar a pacientes en
aislamiento con mensajes de apoyo y afecto en estas difíciles circunstancias, o
la importante colaboración prestada con la Central Solidaria, órgano encargado
de recibir y canalizar las aportaciones desinteresadas de la ciudadanía y el
sector empresarial de la zona en el periodo más crítico de la pandemia. En este
sentido, el Servicio de Cocina se encargó del reparto de algunas donaciones de
productos de alimentación -como dulces, pan o aceite, entre otros- que
particulares y firmas comerciales realizaron como muestra de agradecimiento a
la labor llevada a cabo por los profesionales sanitarios en estas
circunstancias tan excepcionales y en apoyo a las personas afectadas por
COVID-19.